Hace poco me llegó una información bastante curiosa que considero que quizás te pueda ser de utilidad. Resulta que hay una forma de controlar la cantidad de bebida que te sirven los camareros. Esto te puede servir tanto si vas apurado de dinero y te gustaría disfrutar un poco más de las copas con tus amigos, como si no quieres excederte con la bebida y a veces te llenan la copa con demasiado alcohol.
Resulta que si quieres beber más por el mismo precio, cuando estés pidiendo tu bebida debes pedirla en un vaso corto y ancho. En este estudio de 2003 se organizó a unos estudiantes para que sirvieran copas en dos tipos de vaso: uno era alto y estrecho y el otro ancho y corto.
Como promedio, los estudiantes que sirvieron la copa en el vaso ancho y corto pusieron un 30% más de líquido que el otro grupo.
Según parece, nos cuesta más tomar una referencia de medida cuanto más ancho es el vaso. La gente usa la profundidad del líquido como indicador de la cantidad de líquido, sin considerar la diferencia que eso puede suponer en un vaso ancho, y por eso la mayoría de participantes del estudio se excedieron con la bebida.
Quizás estés pensando «Vale, pero eran estudiantes. Seguro que un camarero ya sabe que eso sucede y lo tiene en cuenta». Pues te diré que ese estudio se repitió posteriormente con camareros, los cuales sirvieron copas con un 20% más de líquido en los vasos anchos y cortos.
En otro estudio de 2007 también se observó que la gente bebe más rápido si el vaso está curvado, es decir, si no es totalmente recto.
Ahora ya lo sabes. Si quieres beber más, pide tus copas en vasos anchos. Para beber menos, pídelas en vasos largos, rectos y estrechos. Y en cualquier caso, modérate con la bebida.
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